Mis pensamientos PARTE IV

 HAGA LO QUE HAGA

No sirve de nada,
haga lo que haga.

No vale la pena.

Ni siquiera tu tristeza será eterna.

Nada es para siempre

y todo tiene un precio.

¿No ves cómo duele?

Claro que sí, tú no eres tan necio.

Vive para poner precio a tu cabeza.

¿Deprimido? ¡Deja ya de lado la tristeza!

En este mundo somos esclavos del dueño dinero.

Trabajar para vivir y vivir para morir. ¡Que da igual lo que yo quiero!

¡No! ¡La felicidad no es ver mis cuentas pagadas!

¡Que yo necesito hacer algo que me llene!

Y sé que los sueños no son cuentos de hadas.

Seguiré siempre luchando por muchos que os pese.

YO QUERÍA LA NEGRA

  Poco después de que Colmillo muriera, aquel 27 de octubre (no sé si fuera a mediados de noviembre), nos dieron a Buffy, la última cachorra de la camada que quedaba, el cachorro a quien nadie quiso.

  Ya habíamos ido a ver a todos ellos poco después de que nacieran, a principios de octubre (el día tres creo (seis años después casi no te acuerdas muy bien tampoco (aunque sí me acuerdo de la cena, de que luego hablamos con los dueños de la madre de nuestra perra en su patio interior hasta pasadas las once y de que yo trataba de hablar con mi amiga por el teléfono sobre una serie de televisión))). Buffy fue de las primeras en nacer, el 30 de septiembre, pasando las once de la noche.

  En cierto medio, fue la propia Buffy quien nos eligió a nosotros al hacerse pis sobre mi padre cuando le cogió en brazos. Era el único cachorro de la camada que estaba siempre más separada, como si, en lugar de estar esperando algo, ya supiera lo que le tocaba.

  Pero a mí me gustaba la negrita y pequeñita, que parecía necesitar mimos, que no se despegaba de su madre, que, en cierto modo, me daban ganas de cogerla en brazos. A veces me pregunto si hubiese sido mejor después de tantos bocados que me he llevado por parte de Buffy solo por querer apartarle de mi almohada.

  ¿Qué tendrá el negro? Oscuridad, incertidumbre, miedo, tristeza. ¿Y qué tendrá el verde? Naturaleza, vida, belleza, luz del alma. ¿Por qué me atrae tanto?

CONEJOS

  El otro día vi seis conejos. Uno de ellos era más pequeño que el resto. Volvía de la parcela de mi padre y se estaba poniendo el sol cuando los vi. Eran tan monos...
  Me hizo recordar cuando era pequeña y me despertaba a las siete de la mañana en julio y agosto para ver el amanecer y cómo salían los conejos de sus madrigueras de entre los matorrales junto con mi abuelo.

  Después de eso, siempre desayunábamos tostadas (normalmente con sobrasada o mermelada).

  Recuerdo cuando jugábamos al fútbol, hacía circuitos con la bicicleta o le incluía en las más intrépidas aventuras detectivescas. Tal cual que cogíamos los walkie-talkie's  que tenía mi padre en la cochera, nos poníamos gafas de sol y ropa oscura y nos íbamos a investigar por toda la parcela. Sé que suena ridículo, pero así era. También lo hice con mis hermanas...

  Me gustaría tanto que mis abuelos pudiesen venir este año aquí... ¡Dichoso 2020!

Mis pensamientos PARTE III

 Solo escuchando música...

  A mi abuela le gusta que le hagamos "espectáculos" y estaba preparando un "concierto" para ella y tú estabas ahí, más físicamente que nunca. Es curioso como el destino, el destino o lo que diantres sea, parece que quiere castigarme.

  ¿Qué mierda hago? ¿En qué mierda estoy pensando? A veces quisiera dejar de existir. Ya no quiero más. ¡Dichosa suerte! 

  Y tan... Tan parecido. ¿Sabes qué? Yo ya no quiero seguir. Ellos no saben ayudarme. Nadie sabe lo que necesito en verdad. No vale la pena. Lo siento mucho.

Suki V

DA LO MISMO

Lloré mientras me duchaba.

Hubiera preferido ahogarme,

pero ninguna persona es tan afortunada.

Siento algo que, desde dentro, me desgarra la carne.

Y no sé por qué tuvo que ser así.

Me sorprendo al pensar que algo ya lo marcaba.

Y, aún así, yo ni sé qué decir.

Ojalá jamás hubiese hecho nada.

Una parte de mí me dice que da lo mismo,

que, haga lo que haga, nunca tendré amor.

Y, tal vez sea cierto, pero me niego a creerlo y a hundirme en el abismo.

En el fondo sé que nada podrá ser peor.

Me dicen que no me precipite, que no me lance sin pensar.

Tiene razón y claro que no lo haré.

Y creo que es muy probable que ni se lo llegue a contar.

¿Qué más da? Los finales felices no existen y, como todos, moriré.

Mis pensamientos PARTE II

MORIR

En ninguna parte.

Solo quiero estar tranquilo.

Solo quiero poder calmarme.

Y no puedo tener ni un respiro.

Quiero poder escribir.

Quiero poder ordenar mis cosas.

No me dejáis en paz.

No se trata de perseguir.

A solas, un tiempo para pensar.

¿Es tan difícil de entender?

Que parece que todo vaya mal,

pero no por ello voy a desaparecer.

Si me agobiáis, tal vez sí.

Me dan más ganas de morir.

Siento que no tengo vida.

¿Y qué? Siempre fui una persona herida.

Suki IV

MAL

Y yo quería volver
solo para poder
verte de nuevo 
y ya no puedo.

Se siente mal,
me desgarra.
Pero da igual.
Ya no siento nada.